Aceptar para vivir mejor

Aceptar para vivir mejor

Es evidente que la realidad es demasiado compleja para poder controlarla. De hecho, a más intentos de control más pérdida de control tendremos.

Por eso, la aceptación y la humildad tejen el mismo manto.

Cuando ponemos una mirada humilde sobre la vida, somos mucho más conscientes de aquello en lo que podemos intervenir y en lo que no. Realmente este es el punto clave porque al distinguir una cosa de la otra podremos escoger dónde ponemos la atención y la energía.

La libertad de la que disponemos la podemos utilizar para permanecer en un estado de víctimas permanente, quejándonos de todo lo que no nos gusta, entrando en una guerra interna con lo que acontece, o por el contrario, la podemos utilizar de forma creativa mejorando situaciones difíciles con nuestras aportaciones y nuestra actitud, invirtiendo el tiempo y el esfuerzo en todo aquello que está en nuestras manos, Y sentirnos protagonistas de nuestras decisiones.

Es bien sabido que lo importante nunca es lo que nos pasa, sino lo que nosotr@s hacemos con aquello que nos pasa.

Cuando la aceptación es activa, pone en marcha una parte eficaz y resolutiva que sabe convertir el obstáculo en posibilidad .

Cuando aceptamos elevamos nuestro estado de conciencia, y por lo tanto cambiamos nuestra vibración acercándonos al equilibrio y la armonía.